Los seres humanos nacemos con la capacidad innata e ilimitada de transformar las situaciones desfavorables en oportunidades, pese a esta cualidad la gran mayoria de las personas se decantan por apesadumbrarse o perderse en los laberintos de las lamentaciones ante el mas nimio de los contratiempos que a diario suele regalarnos la vida. Lamentablemente nadie educa para afrontar las vicisitudes de los desastres, la bonanza de los tiempos en que vivimos (europeos y norteamericanos) nos ha llevado a educar desde, por y para el "éxito".
Sin embargo el tiempo de los “conductores de éxito” se agota, solo aquellos que sean capaces de convertir la adversidad en oportunidad accederán a los timones de las empresas de mañana por la mañana.
Os dejo con un ejemplo muy gráfico de cómo convertir la adversidad en éxito;
Una vez me contaron que un abogado compro (le vendieron ) en la feria internacional del caballo de Sevilla un burro por 2.500 Euros, descuentos e impuestos incluidos. El “tratante de caballos” acordó entregarle el animal ese mismo día después de comer, pero al llegar la tarde le dijo:
- Lamento darle malas noticias, el burro se ha muerto.
- No pasa nada, ¡qué se le va a hacer!, devuélvame mi dinero y en paz.
- Lo siento pero tengo otra mala noticia, el dinero ya lo he gastado.
- En fin ¿qué se le va a hacer?, entréguemelo aunque sea muerto.
- ¡¡ Muerto ¡! ¿para qué demonios lo quiere.
- Voy a rifarlo.
- ¡¿Cómo va a rifar un burro muerto?!.
- Ese es un estado de las cosas que no pienso contarle a nadie.
Pasado unos días vuelven a coincidir abogado y tratante en un stand de la feria;
- ¿Qué fue del burro?
- Ya se lo conté, lo rifé ayer aquí mismo, vendí 1.500 papeletas a 4 euros, recaude 7.500 y gané 5.000 euros una vez descontada la “inversión” en el burro.
- ¡¡Nadie se quejó!!
- Sólo el ganador, le devolví sus 4 euros y quedo contentísimo.
Nadie duda que se acercan tiempos difíciles y por lo tanto de ajustes empresariales a todos los niveles, es el momento de agudizar el ingenio y conseguir adaptarse a la nueva realidad, de acrecentar y potenciar la capacidad de transformar las adversidades venideras en oportunidades, es el momento de acometer cambios en las organizaciones y en los organigramas.
"Antoñeja":
Nunca os deshagáis de un muerto si disponéis de un primo a quien pasárselo.